Mi nombre es Mateo López Crespo, nací en el municipio de La Carolina (Jaén) en al año 1983 y desde una edad muy temprana, supe que quiera dedicarme al mundo del bordado en oro. Me apasionaba pasar horas observando el trabajo de grandes bordadores de aquella época, los cuales fueron mis referentes para iniciarme en este mundo. Cada vez que tenía oportunidad veía reportajes o me compraba libros sobre el bordado, para informarme de cómo se desarrollaban los trabajos, y hacìa mis primeras puntadas tratando de imitar lo que veía en fotos. Esto hizo que poco a poco fuera creciendo mi entusiasmo y a la edad de 14 años, decidí trasladarme a vivir a Sevilla y aprender el oficio en los talleres de la ciudad hispalense. Allí, centrado íntegramente en mi formación de tan apasionante arte, dedicando muchas horas y trabajando todos los días de la semana, pasaron dos años de intensa actividad hasta que aprendí a controlar las técnicas del bordado en oro, plata y sedas, desde las más sencillas hasta las más laboriosas y complejas. Al regresar a mi ciudad natal, decidí abrir mi propio taller y a pesar de mi corta edad, por aquel entonces contaba con 17 años, confiaron en mí y recibí encargos como el estandarte de la Virgen de la Cabeza de Puertollano en Ciudad Real o una saya para la Virgen de los Dolores y Esperanza de La Carolina en Jaén. Con el tiempo, he alcanzado una experiencia que me ha permitido acometer obras de gran importancia o restauraciones de piezas antiguas como por ejemplo dos sayas para la Virgen de los Remedios de Granada o la restauración del manto de procesión de la Virgen de los Dolores de Baños de la Encina (Jaén) datado en el siglo XIX. En la actualidad estoy con varios proyectos y con ilusiones renovadas a diario con mi trabajo.
Por otro lado, también soy vestidor de vírgenes a las cuales engalano tanto para camarín, cultos o salidas en procesión. Entre ellas visto a la Virgen de los Dolores y Esperanza y la Virgen de la Cabeza, ambas de La Carolina, la Virgen de los Dolores de Navas de Tolosa en Jaén y a la Virgen de la Esperanza Macarena de Puertollano en Ciudad Real, entre otras.
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